D’A 2023
Crónica de la última edición del Festival de Cine de Autor de Barcelona, marcada por la fisicidad de los cuerpos, el poder de la palabra y los extravíos narrativos.
Crónica de la última edición del Festival de Cine de Autor de Barcelona, marcada por la fisicidad de los cuerpos, el poder de la palabra y los extravíos narrativos.
En Cate Blanchett se intuye una tensión entre la preparación y la intuición, lo consciente y lo inconsciente, lo premeditado y lo imprevisto, lo ensayado y lo espontáneo, lo buscado y lo encontrado, lo adquirido para el papel y aquello que surge de la propia gestualidad. Más allá de la imitación, incluso de sí misma, hay en ella algo diferente, inclasificable y capaz de sorprenderte.
Tercera y última entrega del especial «Los siete transiteros» con el que hemos festejado los siete años online de nuestra publicación. Colaboran en ella: Endika Rey, Carlos Escolano, Adrian Martin, Pablo García Conde, Gerard Casau, Toni Junyent y Julián Cajas.
¿De dónde nace una obsesión? Nace por un determinado orden de pensamientos. Seguirlos es crear un nuevo orden que se mezcla con el original. Nunca se puede seguir la misma ruta. Pero lo que me interesa es crear esa senda e idear una cartografía inventada para la memoria.
¿En qué película, si tuvieras que elegir, te quedarías a vivir? Veinticuatro colaboradores transiteros aceptan este juego de imaginación cinéfila donde cruzan la pantalla, reinventan otros yoes posibles, vuelven a casa o invocan un imposible.
Primera entrega del especial «La peli que habito» donde varios colaboradores participan en un juego de imaginación cinéfila donde reinventar otros yoes posibles, volver a casa o invocar un imposible.
El festival fue una fiesta de etiqueta con demasiados porteros de discoteca diciendo quién y quién no tiene que entrar, donde «Adieu au langage» dejó en evidencia a sus competidoras: Godard juega en otra liga.
Crónica de la 11ª edición de DocLisboa donde la autora reflexiona sobre cuánto debe durar una película y sobre dónde han de establecerse los límites de la mirada, a raíz de títulos como «Manakamana», «Feng ai», «Norte: the End of the Story» o «E agora? Lembra-Me».
«(…) el pensamiento dedicado a la productividad se desplaza hacia un territorio desconocido que está hecho a la vez de la sustancia de otros veranos y de expectativas respecto al presente inmediato. Por eso, en verano no hace falta ver cine».
«…a veces las imágenes inexistentes se revelan y acuden al recuerdo tomando formas que ya solo dependen de mi imaginación. ¿Cuántas veces recordamos planos o hasta escenas que, al volver a ver la película, finalmente no existen? (…)».
La gama del cineasta sueco abarca a un perrito, un rebaño de ovejas y un pájaro; a los que cabría añadir la justificada ausencia de un caballo y la presencia en un instante concreto de un equino muerto, así como la puntual aparición de un osito de peluche (un objeto), que remitirá simbólicamente a un animal visto al principio del filme…
Desde los estudios de movimiento de Marey hasta la bestialidad del Merde de Carax, lo animal ha estado presente en la Historia del Cine. Nuestro especial está compuesto por 6 artículos que abordan esta temática desde perspectivas muy dispares.
En el cine moderno, el grito es una figura compleja: amputado del cuerpo humano, se vuelve parte de un elaborado itinerario y es convertido en una forma abstracta. Preparad vuestros oídos para este recorrido -en imágenes, sonidos y palabras- por el grito cinematográfico.
Liberado de las ataduras reales y cotidianas de la paternidad, él es lo que todos los niños (y muy especialmente los huérfanos) buscan y desean, a veces íntima e inconfesablemente: un mentor, un transmisor o -si utilizamos el término acuñado por Serge Daney- un pasante…
En el arte, la idea del secreto no es nada nuevo. En cierto modo, es una concepción habitual de todo análisis –también del psicoanálisis clásico-, de todos los estudios hermenéuticos, heurísticos. La película guarda un secreto que es precisamente aquello que no se dice, aquello que no se declara…
El repentino sudor en el rostro de la monja y sus gritos de histeria, que reverberan en el espacio cerrado donde se encuentran los personajes, dejan al descubierto un comportamiento femenino que aunque muy probablemente pueda tener una interpretación psiquiátrica y racional, también puede ser percibido como fruto de un influjo o posesión demoníaca…
El filme lidia con el más viejo y a la vez el más profundo sueño del hombre: la reconciliación paternofilial. Quizás Malick no sea Tarkovski, pero su filme se parece mucho a esa isla del final de «Solaris» (1972): es el lugar, o el organismo, que hace posible esa reconciliación…
Mirada al espectador. Interpelación directa. Encuentro íntimo. Da Vinci no perseguía algo tan distinto a lo que luego aspirarían tantos cineastas: inmortalizar el gesto de un rostro y lograr que este nos hable aquí desde un “más allá” temporal y espacial al que nunca podremos volver…