Quiénes somos

0. Origen y evolución
Transit: cine y otros desvíos fue fundada en agosto de 2009 en Barcelona por Carles Matamoros, Covadonga G. Lahera y Cristina Álvarez, que asumieron la edición de la publicación. En 2011, Mónica Jordan se incorporó al equipo editorial y se constituyó una redacción con colaboradores regulares. Desde 2017, la web está editada por Carles Matamoros y Endika Rey y cuenta con este equipo de colaboradores. El análisis fílmico, la crítica audiovisual, la escritura creativa y los vínculos del cine con otras artes son algunos de los máximos intereses de esta publicación sin ánimo de lucro, que prioriza la reflexión a la inmediatez de la actualidad.

1. ¿Qué es Transit?
Transit surgió de un cruce que, allá por el 2008, fue motivando múltiples desvíos. Películas, festivales, reflexiones en voz alta, conversaciones que se funden con la madrugada, muchas ideas escritas, varias páginas en blanco… y siempre, como trasfondo, una necesidad: verse, exponerse y comprender por qué uno ya no es el mismo cuando los créditos invaden la pantalla. Así es, aproximadamente, cómo se produjo la confluencia de una cinefilia compartida y un deseo de habitar activamente las películas dejando constancia de esa experiencia. Las derivas de las que, semanalmente, dan testimonio estas páginas quieren estar ligadas a las múltiples identidades de quienes participan en este proyecto y de la personal relación que cada uno de ellos (de nosotros) establece con las imágenes, los sonidos y la escritura. Internet, y su potencial audiovisual, se presenta como una herramienta ideal para definirnos y expresarnos.

2. ¿De dónde venimos?
Muchos de nosotros formamos parte de una generación -nacida alrededor del año 80- que ha consumido el cine como ninguna otra antes. Nuestra formación audiovisual no ha podido ser más autodidacta, más fragmentaria. Una mañana descubríamos un videoclip que recuperaba imágenes de una película muda. Una tarde íbamos a un multicine y quedábamos conmocionados por un sonido atronador. Una noche alquilábamos un viejo VHS en el videoclub de la esquina. Una madrugada encendíamos el ordenador y accedíamos a un filme procedente de un país remoto. ¿Tenía sentido todo ese caos? ¿Lo tiene ahora? No lo sabemos ni nos importa. Es más, nos enorgullece haber roto involuntariamente con lo que enseñan los manuales de la Historia del Cine y haber visto películas, aún sin quererlo, demasiado pronto o demasiado tarde.

3. ¿Hacia dónde vamos?
Aunque lo intentemos explicar aquí, se nos antoja tan difícil como describir una imagen que nos conmueve o enriquece nuestra mirada. Desde Transit queremos posibilitar una aproximación al cine que no renuncie al rigor, pero que se sustente sobre la experiencia personal y subjetiva. Concebimos el cine como algo dinámico y en expansión y queremos compartir esas imágenes que nos (con)mueven. Preferimos construir antes que destruir, improvisar antes que programar, equivocarnos antes que contenernos. Sabemos que toda decisión implica una selección y preferimos que esta se deje guiar por la intuición, por la pasión y por las obsesiones personales. Un único límite sin límites, la imaginación, y el deseo de interacción, ya que Transit siempre ha estado (y estará) abierta a todos aquellos que sientan la escritura, la lectura y el montaje como una ruta de búsqueda y esclarecimiento propio. Porque el cine puede explicarse, pero también puede explicarnos.

*Este texto, que ha contado con algunas actualizaciones a lo largo de los años, fue redactado para el primer número de Transit, publicado en agosto de 2009.