L’âge atomique
En el primer largometraje de Héléna Klotz, los rostros de los dos protagonistas aparecen, literalmente, iluminados en la oscuridad de la noche parisina por frías texturas de neón creadas por Hélène Louvart…
En el primer largometraje de Héléna Klotz, los rostros de los dos protagonistas aparecen, literalmente, iluminados en la oscuridad de la noche parisina por frías texturas de neón creadas por Hélène Louvart…
Ahora no sabría explicar en qué consiste la relación que establecí en mi cabeza entre «Pandora y el holandés errante» e «India Song». Puede que no se tratase más que de una idea cazada al vuelo, una intuición, un movimiento involuntario de la memoria, y las primeras notas de «How Am I To Know»…
No resulta desorbitado pensar el nuevo largometraje de McQueen como una oda a la ciudad extenuada. Si en «Shortbus» la premisa era la jauja de cuerpos abrazados como el instrumento de lucha ante la muerte, aquí el cuerpo y, por tanto, la ciudad ejercen de espacio vacío, vaciado, eyaculado y casi morturio.
Como todas las guerras, la de Roméo y Juliette se descompone en batallas: llegar a tiempo para coger el tren que va a Marsella y a la consulta de neurología, asumir la enfermedad, transmitir la mala noticia entre familiares y amigos, superar con éxito la operación, asumir la fragilidad, evitar con alguna fiesta que la tragedia haga metástasis en el resto de vida de la pareja…
La guerra que se libra en el cine de Bonello no trata de destruir ese cuerpo de imágenes con el que nos confundimos para consolarnos (…). Parte de él, asume que ya no se puede dar marcha atrás en la construcción de la subjetividad de un individuo y lo orienta hacia esa herida íntima e inconfesable…
Como ocurre con los cineastas de género más inteligentes, la filmografía de Winding-Refn se puede leer como una progresiva recapitulación histórico-crítica de películas basada en la constante actualización de gestos cinematográficos ya ocurridos. Los elementos que maneja solo tienen sentido en un mundo creado y habitado por el cine…
Un rostro meditabundo inmerso en pensamientos que nunca conoceremos, que nunca descifraremos: para Garrel, indudablemente, algo del secreto fundamental del cine está aquí, en esta visión que combina recuerdos o evocaciones del cine mudo con ecos de las prácticas experimentales …
Lo que le importa a Garrel son los flashes puros de los estados intersubjetivos: la unión y la separación, el desespero y la enajenación, el éxtasis de la pérdida del yo y el encierro inmóvil, infernal. Aunque, esencialmente, estamos ante un filme lineal, la única lógica esencial que lo rige es la de la contradicción cruda entre una escena y la siguiente…
No siempre amé este filme del mismo modo en que lo hago ahora. Al principio me perdía con algunas de sus partes, me aburría cuando la película tomaba desvíos y malgastaba tiempo vagabundeando por paredes y suelos que entraban y salían de foco. El amor llegó poco a poco cuando volví a verlo otra vez, y luego otra vez…
Garrel, Glawogger, Cronenberg, Naderi, McElwee, Lanthimos, Sono, Sokurov, Andrizzi, McQueen, To, Ferrara, Karmakar, Gianikian,… Son muchos los cineastas estimulantes que presentaron nuevos trabajos en la 68 edición de La Mostra de Venecia. Nos acercamos a una veintena de títulos.
Cuando las casualidades actúan, un sinfín de mundos alternativos, de vidas no vividas y de yoes paralelos se abren ante nosotros para hacernos dudar de nuestra realidad y sus (pompa y) circunstancias.
Alverson ha entregado una película relevante; un filme independiente en el que se descubre, como en algunos compañeros de su generación, una capacidad innata para filmar lo pequeño, lo íntimo, lo personal. ¿Qué es New Jerusalem? El hogar.
Hasta que no vi Fiebre del sábado noche por segunda vez, yo solo recordaba a Tony Manero como un hortera, pero ahora sé que lo verdaderamente memorable de este personaje es la fuerza con la que se aferra a su sueño…
Comprender «las limitaciones de un cuerpo concreto y de un lugar concreto, y aprender a vivir plenamente en ese cuerpo y en ese lugar», en eso consiste la vida para Alverson, el músico y cineasta que ha dirigido «New Jerusalem». En esta entrevista nos habla de su obra y de su mirada sobre la existencia y sobre su país natal: los Estados Unidos.
Oldham es al mismo tiempo músico y actor, cuerpo y esencia en todo aquello en lo que participa. La dicotomía de su persona viene de lejos y ahora podemos confirmar que ha logrado aquello a lo que aspiraba: «tener diferentes existencias a través de diversos personajes».
Aquí lo importante no es lo que se cuenta (sin ápice de cinismo, por otro lado, lo cual ya es un mérito), sino el encadenado de set-pieces ultraesteticistas que convierten a «Runaway» no tanto en un filme como en un objeto, algo que poseer y con lo que deleitarse una y otra vez…
Lo que más necesita el mundo, a día de hoy, es una revolución. Pero no nos equivoquemos: esta no debe ser, en primer lugar, económica, política o ideológica, sino espiritual. Necesitamos una espiritualidad renovada…
El filme, que se interesa por el acto de creación y rompe con los códigos convencionales del documental musical, relega la cámara-ojo a la invisibilidad, a un rincón desde donde, escondida, espía el proceso creativo de Balibar y sus músicos…