Berlinale 2024
Crónica selecta de la última edición del Festival de Cine de Berlín, donde destacan las últimas películas de Hong Sang-soo, Matías Piñeiro, Tsai Ming-liang, Nele Wohlatz e Ingrid Pokropek.
Crónica selecta de la última edición del Festival de Cine de Berlín, donde destacan las últimas películas de Hong Sang-soo, Matías Piñeiro, Tsai Ming-liang, Nele Wohlatz e Ingrid Pokropek.
La autora explora el último filme de Korine, donde a través de los vagabundeos de un hippie noctámbulo y aventurero que escribe poesías sin rima, la nostalgia parece algo tan destructivo como revolucionario.
A partir de un fragmento significativo de esta película dirigida en 2002 por Franco Piavoli, donde arrecia durante tres minutos una tormenta de verano, el autor aborda algunas de las claves que definen la deslumbrante obra del cineasta italiano, donde son ineludibles la ciencia, la biología y la estética.
¿Qué hay detrás de las breves piezas de Fanderl, de tan deslumbrante galaxia de momentos, lugares, formas y colores filmados en Super 8? Conversamos con la cineasta alemana, que nos da detalles sobre sus métodos de trabajo en el marco de la temporada 2018 de Xcèntric.
El autor se centra en dos filmes exhibidos en esta temporada del Xcèntric en los que el agua es un elemento esencial: ‘Water and power’, de Pat O’Neill, y ‘What the water said’, de David Gatten.
Michele Fleming es una cineasta secreta de la que apenas se ha escrito, pero su obra es deslumbrante. Los cuatro filmes exhibidos en el CCCB parecen querer encapsular, reanimar, a través de fotogramas que incluso se despliegan en pantalla, huidizos retazos de vida en común, estados de ánimo, sueños, anhelos, recuerdos…
Este montaje audiovisual establece analogías entre las deslumbrantes obras fímicas de Dziga Vertov y José Val del Omar. Ambos fueron creadores revolucionarios que tenían fe en el poder transformador del cine y ambos, a su pesar, compartieron en la distancia «la dolorosa conciencia de saberse solos en su misión, solos e ignorados, solos y terriblemente silenciados».
Nuestro cronista ha filmado una pieza audiovisual en su viaje a la VIII Mostra de Cinema Periférico (S8) de A Coruña. Su film, misterioso, críptico y poético, se presenta aquí junto a una crónica en la que cabe de todo: poesía, filosofía, historia del cine y apuntes sobre las piezas exhibidas de Helga Fanderl, Steve Polta o Barbara Metter.
El autor se sintió embriagado por los colores y los movimientos de la película de Hernández exhibida en el CCCB. Esta crónica desbocada, noctámbula y visceral plasma sus sensaciones tras una sesión memorable.
¿Por qué viendo a un personaje como Paterson —protagonista del último (y homónimo) film de Jim Jarmusch—, sumido en una perfecta y rutinaria monotonía, no tenemos para nada la impresión de que sea alguien que necesite abandonar sus rituales cotidianos para sentirse vivo sino más bien todo lo contrario?
‘Historia de una pasión’ supone un punto álgido en la obra de Terence Davies, y la madurez estilística que su puesta en escena demuestra puede ser considerada una consecuencia (o destilado) inequívoco no solo de su edad (71 años), sino también del progresivo refinamiento visual al que ha ido sometiendo sus propuestas.
Tras visitar la cuarta edición de la atípica muestra audiovisual «extrema, limítrofe, destructiva y extraña» que impulsa Jorge Nuñez, nuestro cronista le dedica una suerte de poema fantasmal.
«Touki Bouki» es un clásico del cine senegalés. «Mille soleils» es la asimilación de ese clásico. Ni regreso, ni homenaje, ni revisión, ni variación. «Mille soleils» es un entendimiento, un acto de conciencia. Una película que habla de otra película. Una película que lleva en su interior otra película.
El montaje tiende a establecer asociaciones, comparaciones u oposiciones entre los diferentes personajes importantes del filme o entre los seres humanos y los animales. También trabaja creando un curioso efecto de «suma» dramática al alternar, continuamente y a gran ritmo, planos de dos situaciones diferentes, aparentemente desvinculadas entre sí…
En las ruinas de los edificios que aún están en pie, Keiller busca -como hizo Walter Benjamin en los pasajes parisinos- las huellas de la Historia, mirando más allá de la fachada para encontrar lo que el cineasta británico denomina “la base molecular de los acontecimientos históricos”.
Un estudio del filme revela que la más concienzuda organización del material en la sala de montaje permite la coexistencia de la libertad narrativa y de la coherencia expresiva, obteniendo como resultado de todo ello una obra organica…
La Dama cautiva al enamorado en un rapto y también trance hipnótico, tal y como muestra la secuencia en el club nocturno, en que abolidas las distancias entre los cuerpos, por un momento, el enamorado cree acceder al Paraíso.
Segunda parte de la aproximación al concepto de la ausencia en el cine de Naomi Kawase; en este caso, a partir del roce entre las imágenes de Shara (2003), La aventura (1960) de Michelangelo Antonioni y la visión del mundo de Pasolini.