Sobre dos planos de ’24 Frames’ y ‘Petite Maman’
A partir de dos imágenes, una pertenciente al filme póstumo de Abbas Kiarostami y otra a la última película de Céline Sciamma, este ensayo defiende un cine de lo no visible.
A partir de dos imágenes, una pertenciente al filme póstumo de Abbas Kiarostami y otra a la última película de Céline Sciamma, este ensayo defiende un cine de lo no visible.
En este vídeoensayo analítico seguimos el recorrido del protagonista de la película de Béla Tarr y Ágnes Hranitzky, que descenderá desde una especie de limbo casi paradisíaco hacia un infierno tan real como metafísico.
En la película de Schipper simplemente queremos que la vida avance sin un trascender aparente, aludiendo a la realidad de cualquier evento cotidiano, y ello hace que la opción del plano secuencia resulte de lo más congruente.
Del mal. De la vergüenza. De la vida. De la muerte. De zombies. El autor aborda múltiples conceptos a partir de las películas de Shahram Mokri y Bas Devos. Ambas se han proyectado en la 5ª edición del festival de cine online que organiza Filmin.
Slaboshpitsky logra dar voz a aquellos que no la tienen de manera peculiar: dejando que sean los cuerpos quienes hablen, permitiendo, así, visibilizar el lenguaje. Y en esto el cine tiene mucho que decir.
«(…) El travelling de Tsai Ming-liang, que se detiene en los vivaces rostros de madre e hija, acaba por hacernos partícipes de una revelación: la voz de la imaginación es capaz de encontrar la belleza en los lugares más decadentes…».
En el caso del discurso de Felipe González en «El futuro» y el de Rajoy en «El triste olor de la carne», hagan 31 años o ni siquiera uno, las promesas políticas sacuden nuestro presente: España, 2013.
El videoclip lleva a cabo un intento semiserio de hacerse pasar por un épico plano secuencia que existe solo en tanto que es maniobrado por Bieber: allá donde él va, con su brazo totalmente extendido y simulando mirar hacia atrás, arrastra consigo a este auto-ojo que da testimonio de la caméra-stylo…
Hay historias inagotables, que el cine ha contado en innumerables ocasiones. La de «Tuesday, After Christmas» es una de ellas. Pero eso no debería importar, también hay vidas que se han vivido miles de veces y no por eso dejan de ser únicas…