La mirada de Víctor Erice
Este artículo vincula escenas de filmes de Víctor Erice con otras pertenecientes a películas de Dreyer, Ford y Chaplin y hace visible el legado de la historia del cine latente en las imágenes.
Este artículo vincula escenas de filmes de Víctor Erice con otras pertenecientes a películas de Dreyer, Ford y Chaplin y hace visible el legado de la historia del cine latente en las imágenes.
Coincidiendo con el 20º aniversario de la película de José Luis Guerin, nos acercamos a sus imágenes centrándonos en la importancia del color blanco, que vincula este documental con obras célebres de Melville, Poe, Dreyer o Hammershøi.
A partir de un cuento de Robert Musil, Rita Azevedo Gomes contsruye un filme de palabra justa, gesto preciso y concentración postural, donde el tiempo se inscribe en cada plano y donde se perciben ecos de «Gertrud», de Dreyer.
Durante los años setenta, cuando preparaba ‘Shoah’, Lanzmann filmó entrevistas a cuatro mujeres víctimas del nazismo, que dieron lugar a cuatro filmes independientes editados ahora en DVD.
Luis Aller firma, tras dos décadas de trabajo, la sinfonía urbana de Barcelona, «Transeúntes», consciente del legado de «Manhatta», «Rien que les heures», «Berlín, sinfonía de una ciudad» y «El hombre de la cámara». El autor de este generoso texto analiza el segundo largometraje del profesor Aller en relación a su ópera prima, «Barcelona, lament».
«…a veces las imágenes inexistentes se revelan y acuden al recuerdo tomando formas que ya solo dependen de mi imaginación. ¿Cuántas veces recordamos planos o hasta escenas que, al volver a ver la película, finalmente no existen? (…)».
De cómo el “terror” y la “crisis” dejan de estar ahí afuera para estar bien dentro: o de cómo abandonan las luengas barbas y los turbantes y pasan a llevar trajes a medida y los pómulos rasurados. “Arrepentíos…”: Dicen, al unísono, Jeff Nichols y el Curtis LaForche que interpreta escrupulosamente Michael Shannon, con Jesús de Nazaret y Sigmund Freud.
El repentino sudor en el rostro de la monja y sus gritos de histeria, que reverberan en el espacio cerrado donde se encuentran los personajes, dejan al descubierto un comportamiento femenino que aunque muy probablemente pueda tener una interpretación psiquiátrica y racional, también puede ser percibido como fruto de un influjo o posesión demoníaca…