Entre dos mundos

Diálogo imaginario entre tres interlocutores: At Land (Maya Deren, 1944), At Sea (Peter Hutton, 2007) y Between Two Worlds (Vimukthi Jayasundara, 2009); tres conexiones surgidas a lo largo del tiempo en marcos dispares: un curso iniciático de cine experimental y dos festivales tan distintos, a priori, en cuanto a concepción y público objetivo, como Documenta Madrid y el Barcelona Asian Film Festival (BAFF).

Maya Deren, escupida por el mar, asiste a un rewind de las olas en la playa y así comienza su gloriosa deriva surrealista; para Peter Hutton la mar es una forma de vida y marca la primitiva línea del horizonte como una enigmática sutura entre el cielo y el océano, entre la embarcación donde aguarda encaramado y la distancia que lo aleja de tierra firme. Caminos que surcar, cuestiones de escalas. Rojo (barco), azul (cielo) y aún más azul (mar).

Existe, por descontado, una forma de “activismo observacional” en la realidad sensible… y Hutton es uno de sus acólitos. Utiliza sencillamente el cine “como herramienta para enseñar las cosas que le gusta mirar”. Deren también parte de la observación y del mundo, de los sueños y de las pesadillas y los conecta, los subvierte, los altera… Ambos realizadores norteamericanos (nos) reivindican otra mirada sobre las cosas.

Jayasundara explicita esa histórica tensión mar-tierra en su nativa Sri Lanka. Between Two Worlds arranca precisamente en tal intersticio. Y, una vez más, un hombre cae del cielo al mar. En el filme de Jayasundara también ocurre y sucede con un tema musical de Lakshman Joseph De Saram que impregna de dramatismo las imágenes: es el comienzo de la película, pero también una existencia recién llegada.

Deren silente y muda; Hutton mudo y silente, salvo por diecisiete palabras, las que inauguran At Sea y que bien podrían ser los cimientos de toda una obra: “Al nacer, el ser humano se precipita en un sueño, como un hombre que cae al mar” (Joseph Conrad).

Las intersecciones surgidas entre estos tres filmes, y algún otro título más llamado a la fricción, dan pie al texto “Asociación libre: Enlaces acuosos”, publicado en la sección Derivas de Transit. En el comienzo era el mar… Y cuando un hombre, o una mujer, cae del cielo al mar, la partida empieza o vuelve a empezar.