Festival de Sevilla: SEFF 2022 (II)
El cine de otros
En pocas ocasiones vemos las imágenes de otros de manera que se acerquen a una revaloración en manos ajenas. Casi siempre se observan las imágenes de otros sabiendo que son fruto de una labor directa de registro, rara vez pensamos en que pudieran tener un origen más antiguo… El caso es que, dentro de las competiciones del SEFF, existe —y ha existido siempre— una cantidad de films que utilizan el llamado «material de archivo» para dotar de nuevos significados a las imágenes, al cine de otros en definitiva. Ya sea mediante la recuperación de materiales inéditos (The Kiev Trial, Sergei Loznitsa, 2022), a partir de su manipulación extrema (Viagem ao Sol, Ansgar Schaefer y Susana de Sousa Dias, 2021) o a través de su inclusión en una pintura (Fairytale, Aleksandr Sokurov, 2022), estas imágenes se distancian de una realidad inmediata para volver atrás, de maneras diferentes y desde ópticas muy dispares.
Lo más interesante de las imágenes tomadas sin un propósito artístico, ya sea como registro de un juicio o como publicidad de noticiero, es su supuesta imparcialidad; la alabada verdad que, acompañada por los sucesos históricos, suele ponerse como prueba indudable de una determinada acción o momento. Pero hay que tener cuidado, pues incluso la más realista de las imágenes esconde una mano, un ojo y un estado que juegan papeles de pareja importancia a la hora de decidir qué se muestra y cómo se muestra. Podría pensarse que el sonido de una secuencia que muestra a unos niños austriacos viviendo en Portugal se corresponde con la pista original y equivocarnos. Precisamente, Viagem ao Sol cuenta con un archivo mudo cuyas pistas han sido borradas y sustituidas por los testimonios de los niños refugiados por la guerra, años después. Nuevos sonidos dotan de un nuevo significado a las imágenes.
Así como el montaje juega un papel esencial en la película de Schaefer y De Sousa Dias, podríamos pensar que el ucraniano Loznitsa ha dejado intacto el archivo del juicio de Kiev de 1946 salvo por la inclusión de las cartelas explicativas. Volveríamos a equivocarnos, puesto que es sabido que The Kiev Trial no utiliza todo el material disponible y se centra en los testimonios más morbosos, iniciando y concluyendo una historia muy bien estructurada que termina, a modo de clímax tan solo posible en el cine, con los ahorcamientos de los procesados, tal y como sucedía en un filme anterior de Loznitsa (Babi Yar. Context, 2021). De estas dos películas vistas en el SEFF, con poco en común si nos fijamos en cómo trata cada una el material ajeno, podemos concluir que el engaño es mucho más difícil de encontrar que la verdad; que el documental se come a la ficción, por decirlo de una manera tosca. Pues bien, Fairytale de Sokurov opera al revés: en su forma de abordar el material de archivo de los líderes políticos europeos de la Segunda Guerra Mundial hay espectadores de la película que eluden la verdad, creyéndola artificio.
No solo varios críticos extranjeros han llegado a afirmar que el film de Sokurov utiliza deepfake (Variety, The Screen), algo que el autor de estas líneas también creía, sino que incluso la mayoría del público ha inventado —por no encontrar otro término— el origen de algunas imágenes y diálogos. La totalidad de figuraciones de Iósif Stalin, Winston Churchill, Adolf Hitler y Benito Mussolini son imágenes en movimiento; ni fotografías (de hecho, solo se utilizó una foto en todo el film, de la madre de Stalin), ni CGI, ni nada de eso. Lo cierto es que no se utilizó ninguna IA en el proceso de filmación, sino que fueron usadas pinturas y dibujos reales. Ante la perspectiva de una película como esta que, mucho más que dejar boquiabierto, demuestra las posibilidades no exploradas del arte del cine, es curioso ver cómo todo lo que hay de verdad en el film se oculta debido quizá a una forma que va más allá de lo comprensible por el crítico medio. Tanto los cuatro líderes como lo que dicen son realidades sacadas de archivos de audio o texto reproducidos sobre una base de secuencias de noticieros utilizando medios técnicos de animación y no espejismos en medio de un dantesco paisaje que bebe de Hubert Robert, Giovanni Battista Piranesi y Gustave Doré. Entre la fantasía se esconde la verdad y esto es lo más fascinante de la última propuesta del cineasta ruso, al que dedicaremos un texto especial.
© Borja Castillejo, noviembre de 2022