La jungla interior
La intimidad de una pareja, la naturaleza, el miedo a la paternidad,… La sugerente ópera prima de Juan Barredo da para muchas lecturas y el autor se deja llevar en un texto evocador.
La intimidad de una pareja, la naturaleza, el miedo a la paternidad,… La sugerente ópera prima de Juan Barredo da para muchas lecturas y el autor se deja llevar en un texto evocador.
El autor reivindica al cineasta salmantino Gabriel Velázquez, cuyo nuevo filme, «ärtico», desarrolla con brillantez los temas y personajes ya apuntados en la muy estimulante «Iceberg». La suya es una película que se acerca a la juventud descarriada por la crisis económica desde el atrevimiento formal.
La programación de este año ha mantenido un hilo conductor, el de una realidad que emana de las grietas de unas ruinas —lo que queda de la llamada sociedad del bienestar—, de la que el arte no es ajeno, ni en su ejecución, ni en su contenido.
Tanto la película de Wiseman como la de Roselló son fruto de la observación detenida de un pequeño mundo y del compromiso con ese tiempo necesario a partir del cual los autores van identificando los centros de acción, las actividades recurrentes y la relación que los personajes mantienen con el espacio…
En el marco del 3XDOC, que estos días se celebra en Madrid, entrevistamos a este colectivo formado por tres cineastas, que acaba de presentar su último trabajo: «Árboles».
A partir de «Árboles», Ricardo Adalia reivindica el potencial transformador del miedo: «El miedo nos desnuda, nos atraviesa, nos deshace, nos devora para acabar haciendo de nosotros personas completamente diferentes».
«¿Por qué tres películas españolas («Invisible», «El futuro», «Uranes»), de ese cine joven y primerizo, pero también arriesgado e innovador, se quedan de repente sin luz? ¿Qué me quiere decir ese fenómeno que se produce más allá de la autoría…?».
Crónica de la décima edición del certamen de cortometrajes de Santiago de Compostela, donde se vieron filmes de Oksman, Patiño, McFay, Périot, Cobeaga, Gauchez o García Ibarra, entre otros.
Tras llevarse el Leopardo de Oro en el Festival de Locarno de 2013, Albert Serra no ha dejado de recorrer la geografía española presentando su «Història de la meva mort». Le entrevistamos el pasado mes de noviembre durante su estancia en Gijón.
Como sucede en la ópera prima de Polo Menárguez, «Dos amigos», la amistad, el paisaje y las fronteras físicas y éticas se erigen también en claves del Giraldillo de Oro de esta décima edición del Sevilla Festival de Cine Europeo, «El desconocido del lago» de Alain Guiraudie.
El movimiento en las películas de García Pelayo siempre aparece organizado en torno a hombres profundamente preocupados por el ocio y las mujeres. Buscan, yendo de mujer en mujer, a una mujer. Es decir, un ideal a partir del cual podrán construir esa historia deseada. En «Alegrías de Cádiz», Jeri es el hombre que toma el relevo…
En el caso del discurso de Felipe González en «El futuro» y el de Rajoy en «El triste olor de la carne», hagan 31 años o ni siquiera uno, las promesas políticas sacuden nuestro presente: España, 2013.
Carles Matamoros y Covadonga G. Lahera han vuelto del SEFF 2013 dispuestos a ir trazando algunos vínculos y reflexiones a raíz de lo visto durante esta edición X que galardonó, entre otras, a «El desconocido del lago» y «Stray Dogs», y que rindió homenaje al inconmensurable Leos Carax.
En esta crónica del SEFF 2013, el autor reflexiona sobre el tiempo cinematográfico en los trabajos de Klinger, Tsai, Groning, Patiño, Lanzmann, Villamediana y Gray.
«Resulta difícil mirarle a la cara a este país y no ver un conjunto cuarteado en mil fragmentos aparentemente inconexos. O, al menos, esa es la visión que nos devuelve Gente en sitios…».
Entrevista a Juan Cavestany realizada en el marco de la 46ª edición del Festival de Sitges donde el realizador español asistió para presentar su película más reciente hasta la fecha, «Gente en sitios».
Para concluir su díptico a partir del 61º Festival de San Sebastián, Losilla se pierde por las calles donostiarras para encontrarse con «Caníbal» de M. Martín Cuenca, «La herida» de Fernando Franco y «Gente en sitios» de Juan Cavestany.
«Pasa mucho, o a mí me lo parece, que muchos autores se crean una pequeña tarima desde la cual miran y se acercan al mundo, como una zona de seguridad autoral donde ya tienen una forma de ver, retratar y trabajar, incluso a nivel técnico. En el fondo esto aburguesa la mirada, la hace estática, pues ya no te encuentras en un estado de fragilidad…».