La película de Richard Linklater es una secuela espiritual de «El último deber», de Hal Ashby, aunque su mirada crítica ya no se dirige a la maquinaria militar, sino hacia el gobierno. A su vez, la película aborda algo tan complejo y delicado como es la mentira o el engaño como formas de afrontar el luto
Ya no valen las acusaciones de probélico o antibélico, de conservador o progresista, el claroscuro de Eastwood es completo.
Óscar Navales desmenuda The Saga of Anatahan, «el auténtico testamento fílmico» de Josef von Sternberg: «película elaborada con un afán tan artesanal como rabiosamente personal, de atmósfera extraña y enigmática, de narrativa densa, compleja y un punto críptica….».