Entre Bo Burnham y los ecos de Hofmannsthal

Hacia una pérdida de sujeción con el lenguaje

En el musical Inside (2021), rodado durante el confinamiento de la pandemia del COVID-19, el cantante y comediante Bo Burnham se sitúa en su propia habitación. Actúa enclaustrado, se autocondena a la lamentación y está restringido en términos espaciales. La película se desarrolla como una tensión entre géneros que oscila entre el stand-up y el musical. En ella, Burnham reacciona resignadamente ante el avance de Internet, pero no dirige el foco hacia la digitalización per se, sino hacia los efectos inmediatistas que esta origina en la conciencia. En la canción Welcome to the Internet, Burnham enumera las diferentes posibilidades que ofrecen los blogs, las redes sociales y las páginas web, y la causticidad de su discurso revela una aflicción personal que vehicula a través de un diagnóstico crítico de la ubicuidad. Lo cómico, en el filme, ensancha la distancia entre ambos factores y se convierte en un recurso para pensar el lenguaje.

«Inside» (2021), de Bo Burnham

En la voluntad rebelde del comediante, consciente de su irremediable vinculación con el soporte que critica (Inside está disponible en Netflix), resuena el clamor del poeta Hugo von Hofmannstahl, quien, en la Carta de Lord Chandos, se aflige acerca de la unión del individuo con la sociedad por culpa de los defectos del lenguaje. La carta, originalmente enviada a Francis Bacon, se justifica de este modo: “He perdido por completo la capacidad de pensar o hablar sobre algo de manera coherente” (Hofmannsthal: 1902, 285). El poeta, temeroso ante lo imprevisible, lamenta que su época responde a una carencia de formas ordenadoras que guíen sus enunciados. Por su parte, Welcome to the Internet recrea un ambiente nocturno porque Burnham, con una actitud similar, necesita entrar en una fase de repliegue íntimo para aceptar que la complejidad del contexto actual no cabe en las letras. Los pequeños puntos de luz de su estancia simulan un firmamento que apela, en términos semánticos, al océano inabarcable del lenguaje y de los signos.

Hugo von Hofmannstahl

Maurice Blanchot, en El espacio literario, vincula el acto del artista con una inmersión órfica en la noche que le engulle, ya que es el paso que permite retener la fascinación y una apertura de los sentidos que describe como “impaciente” (Blanchot: 1955, 165). Unas páginas más adelante, Blanchot medita acerca de la escritura automática y se refiere a la Carta de Lord Chandos como un estado de malestar del creador ante las palabras más elevadas, no porque estas pierdan valor, sino porque “se metamorfosean y dejan de ser signos para convertirse en miradas” (Blanchot: 1955, 172). Esta consideración, poética en sí misma, anticipa una mutación en la esfera sensible del ser humano, el cual, como presunto amo de sus impulsos, se piensa como anterior al lenguaje y como poseedor total de sus valores. Según José Ariel Rementería, Hofmannsthal critica la “búsqueda de la mayoría por parte de la retórica” (Rementería: 2010, 3). Mediante expresiones como las de ambos autores, pertenecientes a dos épocas con varios factores en común, se produce una toma de conciencia de que el lenguaje contribuye a la sobreestimación excesiva de uno mismo. Desde una posición que desconfía de las corrientes de la mayoría, Burnham disemina el sentido de lo expresado a través de una suerte de collage verbal. Por ejemplo, en lo que respecta al golpe de clic y al esfuerzo mínimo que requiere una búsqueda en Internet, Burnham equipara el descargar imágenes de los pies de una famosa a seguir las noticias de un medio digital. Es pertinente matizar que el recelo de Hofmannsthal va dirigido hacia la fricción con el lenguaje mismo, mientras que Burnham dirige su atención a las ramificaciones de una plataforma global que engendra un lenguaje nuevo y, a su juicio, muy superficial. En una esfera temática, Inside entraña una lectura del funcionamiento ubicuo de Internet y de sus efectos sobre la integridad psíquica. Al comparecer ante la cámara, Burnham complementa con el cuerpo aquello que el lenguaje verbal no expresa por sí mismo. En un ejercicio performático que emancipa el significado de su dependencia del significante (si pensamos en la teoría del signo lingüístico), las palabras se desentienden de Burnham tal y como abandonan a Lord Chandos, en su caso, en una puesta en verso que describe un bloqueo creativo. “Hofmannsthal hace un primer ataque al lenguaje como la incapacidad de llegar al centro de las cosas, pero lo extraño del texto es la fluidez en la articulación de un lenguaje que estrictamente hablando no puede usar”, escribe Rementería (2010, 7-9). Mediante sus actos verbales y performáticos, respectivamente, Burnham y Chandos dicen lo que dicen en lugar de hablar de lo que son, ya que pasar por alto las configuraciones de un lenguaje implica, a su vez, olvidarse de uno mismo.

«Inside» (2021), de Bo Burnham

Burnham diseña su espacio a través del contraste lumínico, aunque hace predominar la oscuridad. En el rol de un visionario que desde su caverna profetiza sobre el declive de la atención, Burnham pone al espectador en una situación en la que también, y sin saberlo, es constructor de significados. Constata que a través de las redes sociales se está abriendo camino un nivel de performatividad alimentado por el aislamiento de la época pandémica, de la que la sociedad todavía arrastra sus efectos. Burnham insiste sardónicamente en la falta de escucha del usuario de Internet y expresa que “la apatía es una tragedia y el aburrimiento es un crimen”. Señalado esto, confronta el problema de la distracción y del estímulo múltiple. La actitud inconformista de Burnham y de Hofmannsthal colinda también con un aire melancólico, pues el contexto al que ambos pertenecen es esclavo de una confusión generalizada. En un intento agónico que indiferencia a la persona entre la experiencia vivida y el acto performativo de contar, Chandos y Burnham demandan no desestimar la palabra, pues esta allana el camino hacia el reconocimiento de una estructura social que los constituye como individuos.

«Blow-Up. Deseo de una mañana de verano» («Blow-Up», 1966), de Michelangelo Antonioni

En su recorrido teórico por los literatos de la Viena de principios del siglo XX, Josep Casals medita acerca de la visión poética de Hofmannsthal y la describe de este modo: “El yo se disuelve en el magma de la existencia, el lenguaje pasa a ser el modo de participación en ese devenir y la poesía pasa de recomponer la totalidad descompuesta a enlazar por un momento los fragmentos” (Casals: 2003, 216). A efectos prácticos, Hofmannsthal reelabora y Burnham enumera; pero, en su disertación, ambos ponen el yo que comunica en la misma posición disolvente e incierta. Casals escribe: “Habiéndose alcanzado el culmen de la disgregación, Chandos pasa revista a viejos proyectos de una época en que nada interfería el conocimiento de la forma” (Casals: 2003, 224). Cuando Burnham proclama que “no hace mucho, justo antes de tu tiempo, esto eran catálogos y blogs de viaje”, también remite a un período previo de materialidad ordenada. “La multiplicidad no admite ser reconducida, pues el sujeto, desplazado de su condición central, carece de perspectiva”, afirma Casals (2003: 224). De forma análoga, Hofmannsthal y Burnham toman conciencia del colapso de imágenes y palabras que les rodean; el primero con respecto al espíritu renacentista y el segundo en relación con la era analógica. Mediante sus mecanismos específicos, ambos se percatan de que su interioridad, al exponerse y hacerse tangible, delata su afán de protección ante una realidad demasiado dispersa. Burnham, contemporáneo de la instauración de Internet y de las redes como los modelos de comunicación por antonomasia, se pregunta por la expiración del sentido en el propio acto de búsqueda de los significados, mientras que Hofmannsthal, en los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial, pone énfasis en la renuncia al sentido de lo que se expresa. Mediante estas tesis, se conjetura que el ser humano ocupa un lugar parcial respecto a la totalidad de las estructuras que lo predeterminan, cuestión a la que Burnham atiende en su denuncia sobre la insaciabilidad del sujeto. En una estrofa de la canción, el humorista se burla de la cantidad de posibilidades que incorpora Internet para satisfacer el placer del usuario, a quien se dirige en segunda persona para sugerir que el superávit de estímulos es consecuencia de la inaceptación de una falta.

La renuncia de la palabra a seguir siendo una médula asociativa, sobre lo que da cuenta la Carta de Lord Chandos, engarza con Inside porque sus creadores, desde registros distintos, exponen la disgregación de los principios que hasta su momento han amarrado la multiplicidad de los significados. En concreto, en Burnham cobra fuerza una intención expansiva que relaciona la pérdida de concentración del internauta con una crisis de aprecio por el lenguaje. En su fondo, la voluntad de los autores, que se expresan a través de un ensayo poético y de una canción, obedece a una lectura pesimista sobre los múltiples conflictos de la percepción que disuelven la identidad.

 

© Arnau Martín, agosto de 2024

 

 

Bibliografía

BLANCHOT, Maurice. El espacio literario. Ediciones Paidós, 1955

HOFMANNSTHAL, Hugo von. Carta de Lord Chandos. Alba Clásica, 1902

CASALS, Josep. Afinidades Vienesas: sujeto, lenguaje, arte. Editorial Anagrama, 2003